Olor a Lluvia

Del viento en la milpa a la brecha del monte, tercio de leña en la espalda del abuelo Milo, las densas nubes avisan lluvia, él parece no sentir el peso, lo acompañan niños y nietos; aluxes tal vez. No sabe que observo su mirada el horizonte. El abuelo avanza ligero al jacal, sonido del trueno, el rayo revela sus colores y deja ver los tonos que atraviesan los prismas del agua, permanecen los filtros tenues de la luz. La milpa se alegra, las aves lo saben, el olor a tierra se percibe. El abuelo llega empapado; tira el leño, la abuela le sonríe, tres leños más avivan el fuego, se alumbra el alma. el fuego nunca se apaga, iluminan la mente donde viajan los pensamientos al cosmos, algo esperan, lo intuyo, estoy como si no estuviera aprendiendo los colore del entorno que son el amor mismo, solo memoria y tiempo, los abuelos me cuentan cosas que guardo y cuento a mis hijos, ahora a mis nietos, amanece y los verdes tenues azulados me dan los buenos días; amarillos y naranjas vendrán al rato cuando el sol despierte. Glorioso tiempo que se eterniza de una a otra generación. Hoy pinto esa memoria de tiempos que no duermen, revelo parte de su esencia en obras sencillas, llenas de recuerdos y misteriosos personajes que asoman en el paisaje.